A modo de introducción me gustaría compartir unas reflexiones respecto al invierno y sus alimentos. Según la tradición, el invierno es época de recogimiento y de introspección. Es la época del año en que la naturaleza se interioriza y acapara toda su energía y exuberancia a la espera de la primavera. Según la visión de la medicina tradicional china es una estación Yin: tierra, noche, oscuridad, frío y humedad.
Así debemos adaptar nuestra alimentación a ingredientes Yang (cálidos) y nuestra forma de cocinar también acorde a esa filosofía: mas tiempo de cocción, intensidad de fuego más bajas, un poco más de sal y de condimentos salados (sabrosos), una porción importante de cereales y menos cantidad de agua.
Sopas, consomés, estofados y repostería serían nuestros recursos culinarios.
1.- Agua.
El agua es básica para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Nos acordamos más de ella en verano por el calor y la pérdida de líquido (sudor), en invierno la necesitamos para hidratar nuestros órganos internos -entre ellos; el cerebro que necesita una correcta hidratación para evitar la fatiga.El agua nos ayuda a fluidificar la mucosidad y eliminar toxinas.
Si por ser invierno nos cuesta más beber agua, podemos tomar infusiones sin azúcar refinados o endulzadas ligeramente con estevia para hidratarnos.
No olvidéis que el agua es regida por la sal nº 8, así que siempre puede ayudaros a regular la hidratación.
2.- Frutas.
Las frutas de temporada son: Cítricos, Granadas, Chirimoyas, Caquis, Membrillo, Uvas, Higos , Brevas, peras y manzanas.
Los más característicos en invierno son los cítricos ya que son fuente de Vitamina C y antioxidantes que nos ayudan a mantener fuertes las defensas y prevenir enfermedades; Las naranjas, son además fuente de ácido fólico; Los limones son ideales para luchar contra las infecciones ya que tienen propiedades antisépticas y antibacterianas. Los kiwis, tienen efecto saciante y alto contenido en fibra, no deben faltar en las dietas de adelgazamiento.
Consumirlas entre comidas o antes de las mismas y en forma de compotas o tibias por la noche. La fruta ideal del invierno es la pera y la manzana, desde una perspectiva energética.
3.- Verduras y hortalizas.
Todas las verduras de hoja verde oscuro y que crecen a nivel de la tierra como; acelgas, espinacas, col rizada, escarola, a perejil, coles de bruselas, brocoli etc… son consideradas gran fuente de nutrientes ya que son ricas en:
– Antioxidantes: que previenen el envejecimiento celular y protegen los pulmones en esta época.
– Vitamina A: que a su vez es rica en betacarotenos y es indispensable para la salud.
– Vitamina C: de las cuales poseen grandes cantidades que como hemos dicho antes, mantendrá nuestro sistema inmune fuerte para luchar contra las infecciones.
– Fibra: muy importante para que el intestino funcione de manera óptima y su flora esté sana.
– Calcio: necesario para los huesos, impulsos nerviosos, permeabilidad de las membranas celulares, etc.
– Clorofila: la clorofila ayuda a desintoxicar el metabolismo y activa el mecanismo celular, depura la sangre de toxinas y estimula la producción de glóbulos rojos.
Y las que crecen bajo tierra también son muy ricas en energía : cebolla, ajo, nabos, chirivía, apio nabo, colinabo, nabo daikon.
4.- Frutos secos
Son otros de los alimentos que deberemos consumir durante el invierno, pues son muy ricos en vitaminas y selenio, lo que también ayuda a prevenir la depresión y a desarrollar mejor las capacidades del cerebro. Son buenos para las épocas en las que tenemos más estrés. Puedes comer frutos secos como almendras, nueces y avellanas, pipas de calabaza como snacks entre comidas y mezclados en tus ensaladas.
5.- Cereales integrales
Los cereales integrales (pan integral, trigo, avena, centeno) son muy buenos para el sistema digestivo, para el corazón y ayudan a mantener estables los niveles de azúcar en sangre. También nos aportan vitamina B12. Y los consideramos alimentos templados por lo que son muy recomendables en la dieta de invierno.
6.- Pescado azul
El pescado azul es el más recomendado (rico en omega 3), sobre todo para los niños. Es importante comer pescado en invierno, pues nos aporta vitamina D3. Esta vitamina junto al magnesio estabiliza el sistema inmunitario yel sistema nervioso, estimula la producción de serotonina en el organismo, lo que en consecuencia mejora nuestro estado de ánimo y ayuda a combatir la depresión.
7.- Huevos
Los huevos son sumamente necesarios en invierno, sobretodo si están fecundados. Nos aportan una muy buena cantidad de proteínas de alto valor biológico, ácidos grasos omega-3 y fosfolípidos, que ayudan a que los nutrientes lleguen mejor al cerebro.
8.- Legumbres
La soja y los guisantes son ideales para esta época , sobretodo guisados junto a cereales.
9.- Carnes
Desde una perspectiva oriental es una época ideal para consumir pollo y pato.
Un empujón con Sales Minerales
Es posible que aunque llevemos una buena alimentación y practiquemos deporte de forma habitual, los minerales que ingerimos con la comida no se encuentren biodisponibles en el organismo. Las sales minerales del Dr. Schüssler nos pueden servir de apoyo durante todo el año, pero antes de que llegue el invierno podemos hacer una cura inmunológica para estar al cien por ciel durante el periodo más frío.
Hay que comenzar en otoño poniendo en forma nuestras mucosas respiratorias con la intención de reforzar nuestros pulmones: durante una semana empezando el sábado con la sal nº 3 y nº7 tomando 1 comprimido de cada sal cada hora, domingo 1 comprimido de cada sal cada dos horas. Y de lunes a sábado , la nº3,nº7 y nº 4 un comprimido cada 8 horas.
Sales que se utilizan:
Nº 3 Ferrum phosphoricum + Nº 7 Magnesium phosphoricum; fortalecen las defensas.
Nº 6 Kalium sulfuricum D6; contribuye a la regeneración de células cutáneas y membrana mucosa y las hace más resistentes a ataques externos.